Belleza y cosmética en la Antigüedad

Pendientes, pulseras, horquillas para sujetar y adornar el pelo… podemos ver todo tipo de objetos para el adorno corporal en diferentes museos arqueológicos, que han sido utilizados por diferentes culturas a lo largo de la historia.

Y a través del estudio de restos arqueológicos también se han ido conociendo los diferentes utensilios y rituales de belleza que, desde la Antigüedad, se han venido utilizando. Y es que muchos de los ingredientes cosméticos que utilizamos hoy, no son nuevos, vienen de mucho más atrás.

La búsqueda de la belleza y la preocupación por tener un buen aspecto no es algo reciente. Hoy recogemos en este post algunos de esos ingredientes, rituales y trucos que se vienen utilizando desde hace siglos.

En el Antiguo Egipto se concedía a la belleza y la cosmética un lugar importante en la vida cotidiana. Según el papiro Ebers, uno de los tratados médicos más antiguos conocidos, los egipcios ya utilizaban un exfoliante elaborado con polvo de alabastro, sal del Bajo Egipto y miel y una crema antiarrugas a base de incienso, cera, aceite de moringa y ciprés.

La mirra también era un elemento muy utilizado, tanto para elaborar perfumes como desodorantes corporales.

Las antiguas civilizaciones también estaban preocupados por mantener un aspecto joven. Los romanos, por ejemplo, utilizaban cera de abeja para blanquear y alisar la piel.

Dicen que Cleopatra se bañaba en leche de burra para mantener su piel joven y también parece que el aceite de sésamo, rico en Vitamina E y con propiedades antioxidantes, estaba entre sus trucos de belleza para tratar arrugas, flacidez y también estrías.

La mezcla de leche y miel se ha utilizado tradicionalmente para hidratar la piel, así como aceites perfumados con agua de rosas, limón o jazmín.

En cuanto al maquillaje, el khol se utilizaba en el Antiguo Egipto no sólo para embellecer, sino también para proteger los ojos del sol o repeler a los insectos. Por su parte, los romanos usaban rosa y jazmín para sonrosar sus mejillas.

Otro reconocido producto de maquillaje era la henna, que todavía es utilizada hoy en algunas culturas. Se utilizaba para pintar las uñas y adornar el cuerpo, a modo de tatuaje.

Y os habéis preguntado alguna vez, ¿cómo eran las mascarillas faciales antes de venir embotelladas? En Grecia se hacían con harina o a base de vegetales para mantener la piel tersa y joven. Para exfoliar y purificar el cuerpo, sabemos que se utilizaban los baños de barro y arcilla, que todavía hoy se utilizan en muchos balnearios, aunque de una forma mucho más “depurada” e higiénica, claro.

Para limpiar el cutis, se utilizaba leche (hoy tenemos las leches limpiadoras, que son perfectas para las pieles más secas y sensibles). Y en Egipto, utilizaban aceites mezclados con polvo de piedra caliza.

Y vosotras, ¿conocéis algún truco de belleza interesante utilizado en una antigua civilización?

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