Ya ha llegado la primavera: las temperaturas se suavizan, dejamos atrás la ropa invernal de colores más oscuros y ya nos apetece vestir de forma más alegre. Al mismo tiempo, el invierno ha terminado de borrar todo el bronceado que cogimos durante el verano y ya es hora de dejar atrás la palidez de tu rostro.

El color tiene un efecto positivo sobre nuestro carácter, aporta armonía y nos hace sentir de buen humor. Por lo tanto, tener buen aspecto y buen color en la piel, hace que nos sintamos guapas y eso se nota en nuestro estado de ánimo.

Así que, mientas no cogemos colorcito en la playa (o en la montaña, o en el balcón de tu casa en la ciudad, cada una donde prefiera), habrá que echar una mano a nuestra piel con el maquillaje.

Y si no te gusta tomar el sol, pero te gusta tener un tono bronceado, los productos de los que vamos a hablar en este post serán tus perfectos aliados: los polvos de sol o polvos bronceadores.

Este producto se aplica sobre la crema hidratante o una base de maquillaje fluida, para lograr un aspecto más matizado y unificado. Igual que en los maquillajes, hay diferentes tonos de polvos bronceadores para adaptarse a los diferentes tonos de piel, de más claros a más oscuros. Pero si queréis acertar, sin riesgo a equivocaros de tono, el maquillaje de Polvos Mosaico Bronceados de Avene Couvrance tiene la capacidad de adaptarse a cualquier tonalidad, gracias a su formato multicolor, dándole un aspecto dorado. Además, como no lleva perfume, también podéis utilizarlo aquellas que tengáis la piel más sensible.

¿Cómo debemos aplicar los polvos de sol? Siempre con una brocha de polvos, de colorete o similares. No utilizaremos brocha de maquillaje o borla porque lo que queremos es difuminarlos poco a poco para conseguir un resultado más natural. Por eso las brochas de colorete, que tienen el pelo más suelto, son ideales para aplicar los polvos de sol sobre el cutis. Tampoco utilizaremos una borla, ya que ésta deja mucho producto y no nos permite difuminarlo para conseguir el efecto natural que queremos, más unificado y matizado.

¿Dónde hay que poner los polvos bronceadores? El objetivo de los polvos de sol es dar un aspecto bronceado, por lo que lo aplicaremos en aquellas zonas donde queramos que parezca que nos ha dado el sol: mejillas, centro de la frente y barbilla, y también un poquito en la parte superior de la nariz. Los iremos aplicando con la brocha poco a poco, difuminando el producto de forma muy suave para no dejar “pegotes” y que el resultado final sea lo más natural posible.

Además, los polvos bronceadores también son una buena opción para sustituir a los maquillajes compactos en verano, que con las altas temperaturas dan muchísimo calor y nos hacen sudar. Los polvos de sol son mucho más ligeros, evitan los brillos y darán un precioso aspecto dorado a tu piel.