Mascarillas faciales, cuál utilizar según el tipo de piel

Cuando pensamos en conseguir un extra de limpieza, equilibrio, luminosidad o vitalidad en la piel, el primer producto en el que pensamos es una mascarilla. Gracias a su alta concentración de activos, aportan a la piel una dosis extra de aquellos ingredientes que nuestra piel necesita para ser reparada.

Como cada piel tiene sus propias necesidades, el tipo de mascarilla y la frecuencia con que la apliquemos será diferente dependiendo de cada persona. Puede ser una vez por semana, cada dos semanas, una vez al mes, etc. Eso sí, hay que aplicarlas siempre con la piel completamente limpia y sin restos de crema o maquillaje.

Aknorm-Mascarilla-40ml

Para las pieles mixtas y grasas, nuestra opción favorita es la mascarilla de arcilla blanca, uno de los mejores ingredientes para purificar y oxigenar la piel. Además de la arcilla, la mascarilla purificante Aknorm de Plante System también incluye ingredientes como el zinc, con propiedades matificantes y antibacterianas, el extracto de serenoa (matificante), el sulfato de dextran (calmante) o el potasio (que es regulador y equilibrante). Elimina puntos negros, cierra el poro y ayuda a secar granitos y espinillas.

En pieles acnéicas, una mascarilla específica puede ser una excelente alternativa a los productos exfoliantes, ya que con estos se corre el peligro de extender la infección si frotamos la piel.

Para un extra de nutrición en pieles secas, la mascarilla deberá llevar ingredientes hidratantes como el ácido hialurónico, la manteca de karité o el aceite de jojoba, activos muy nutritivos que reparan la piel y le aportan una sensación de calma y relajación.

SABINA-MASCARILLA-DETOX

Otra opción son las mascarillas detox, para revitalizar y rejuvenecer la piel, como la mascarilla SABINA de Farline, que además contiene ingredientes antiedad, como el extracto de vid roja. Esta mascarilla mezcla arcilla blanca para purificar, extracto de caléndula para calmar y aceite esencial de naranja para un aspecto más suave.

¿Y un tratamiento reparador después de tomar el sol en forma de mascarilla? Existen mascarillas aftersun para reparar los daños después de un día de playa o montaña (sequedad, irritación, piel enrojecida), con ingredientes calmantes y regeneradores, como el aloe vera. Además de calmar la piel, favorecen un bronceado más uniforme y duradero.

Por último, una mascarilla revitalizante puede ser una buena alternativa a las ampollas flash. Si tienes un poco más de tiempo para aplicar la mascarilla, podrás relajar, calmar y devolver la hidratación y la vitalidad a la piel antes de aplicar el maquillaje en ocasiones en las que necesites lucir un cutis terso y luminoso.

Y vosotras, ¿qué tipo de mascarillas utilizáis?

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