Es importante preparar la piel para los excesos del verano. Personalmente, me gusta hacer un pequeño tratamiento antes, exfoliando a conciencia para que el bronceado quede más uniforme, y otro después de las vacaciones, para hidratarla y ponerla a punto después del “castigo” al que la hemos sometido a base de sesiones de sol, playa, mar y cloros de piscina, que la dejan seca y con aspecto rugoso.
Aunque exfoliar la piel es un gesto que deberíamos repetir durante todo el año, por algunas buenas razones:
- En primer lugar, eliminar las células muertas que se acumulan sobre la superficie de la piel, para alisarla y mejorar su nivel de hidratación.
- La piel se renueva y absorbe mejor otros tratamientos (hidratantes, anticelulíticos, etc.) potenciando y mejorando sus efectos.
- La piel tiene un aspecto más sano, suave y uniforme, más luminoso. En definitiva, más bonito.
- De cara al verano, conseguiremos también un bronceado más uniforme y que durará más tiempo si tenemos la piel bien preparada para tomar el sol.
- Cuando exfoliamos activamos la circulación superficial, revitalizando la epidermis.
- Si durante estas semanas hemos comenzado un tratamiento anti celulítico, como parte de la puesta a punto para el verano, exfoliar la piel también nos ayudará a potenciar los efectos de estos productos (cremas, geles, etc.), remodelando nuestra silueta.
Para aquellas que no tengan un producto preferido y quieran alguna recomendación, yo les diría que probaran Somatoline Tratamiento Exfoliante Alisante. Su fórmula, a base de sales marinas y aceite de jojoba, hace que sus resultados sean similares a la microdermo-exfoliación: renueva la piel, al mismo tiempo que la hidrata, gracias a su base de aceite hidro-emoliente. El resultado, una piel súper suave.
Para las que, además, estén pensando en comenzar un tratamiento anti celulítico, Somatoline pone a vuestra disposición un pack con el tratamiento Exfoliante Alisante más el Reductor Intensivo Noche. Ya sabéis que los resultados de este tipo de tratamientos son visibles, como mínimo, tras cuatro semanas de aplicación. Así que fuera la pereza y ánimo con esa operación bikini.
Por último, este tipo de exfoliantes, más potentes, deben utilizarse de 1 a 2 veces por semana. En la ducha, con la piel mojada, masajearemos la piel con movimientos circulares y aclararemos sólo con agua, sin jabón, para prolongar sus efectos.
Y vosotras, ¿con qué frecuencia exfoliáis vuestra piel? ¿Hacéis algún tratamiento especial de cara al verano? Ya sabéis que nos encantaría conocer vuestras opiniones y experiencias, así que animaos a dejar algún comentario.