A todas nos gusta disimular las imperfecciones de la piel, especialmente ahora que se acerca la Navidad y sus fiestas. Sin embargo, aunque usemos un maquillaje compacto y muy cubriente, hay imperfecciones que cuesta disimular: rojeces, granitos, cicatrices, manchas…
Para ello, la solución perfecta es utilizar un buen corrector, eso sí, debemos seleccionarlo en función de aquello que queremos ocultar ya que no existe ningún corrector “todo en uno”. Y si no usamos el corrector adecuado, podemos terminar resaltando aún más esa imperfección que queremos disimular.
¿Cómo aplicar el corrector?
La forma correcta de aplicar el corrector depende del formato en el que se presente, así :
- Corrector en polvo o crema: utiliza un pincel para aplicarlo ya que así aplicarás la cantidad necesaria de producto y además, es más higiénico, sobre todo a la hora de tapar granitos y espinillas.
- Corrector en lápiz o stick, son los más cómodos y prácticos, basta con aplicarlos sobre la imperfección.
Para mí, estos últimos son los mejores porque además permiten llevarlo en el bolso y retocarme cuando sea necesario. Yo utilizo el corrector Couvrance de Avene, y la verdad estoy encantada.
Cómo elegir el corrector adecuado para mí
Para saber qué corrector elegir debemos tener en cuenta que imperfección quiero cubrir:
- Para disimular las rojeces, los mejores correctores son aquellos que son de color verde, ya que este color neutraliza el rojo. Se debe aplicar sobre las rojeces y, después, aplicar el maquillaje para que quede uniforme.
- Para corregir manchas, hay dos opciones; la primera, si la mancha es marrón clarito, habrá que utilizar un corrector anaranjado. La segunda, si las manchas son oscuras o amarillentas, hay que neutralizarlas con un corrector de color lila o malva.
- Para disimular las ojeras, no valen todos los tonos. Si la ojera tiene un tono azulado, el corrector debe ser de un tono naranja; si son ojeras moradas, lo ideal es utilizar correctores amarillos.
Cuándo aplico el corrector
Lo ideal es aplicar el corrector sobre la crema hidratante y antes del maquillaje.
Tras aplicar el corrector se aplica el maquillaje por encima para unificar el tono de la piel y que no se vean los “pegotes” de corrector.