Como os contamos por Redes Sociales, la semana pasada tuvimos sesión de formación con Raquel, delegada de la firma Martiderm. La verdad es que todas hemos oído hablar de los proteoglicanos y de lo bien que funcionan como tratamiento antiedad. Pero el miércoles aprendimos un montón de cosas nuevas gracias a Raquel.
Los proteoglicanos son moléculas formadas por una proteína más un hidrato de carbono. Además de sus conocidas propiedades hidratantes, los proteoglicanos tienen reconocidas propiedades cicatrizantes y regenerantes. Se utilizan incluso en casos de accidente, cuando hay que regenerar ciertas zonas de hueso o cartílago.
Tal y como nos explicaba Raquel, a nivel de hidratación, los proteoglicanos son como mini esponjitas que van creciendo a medida que retienen más agua. Para que os hagáis una idea de la cantidad de agua que son capaces de retener, los proteoglicanos son capaces de aumentar hasta 1000 veces su tamaño. Además, fomentan la producción de colágeno y elastina a nivel de la dermis.
Martiderm tiene varios tipos de proteoglicanos en forma de ampollas.
Por una parte están los proteoglicanos propiamente dichos, con proteoglicanos al 3% y Ácido Ascórbico (Vitamina C pura) al 5%. Tienen una base bastante oleosa, por lo que son perfectos para pieles deshidratadas, secas e incluso mixtas que necesiten una dosis extra de hidratación de vez en cuando. Los tenéis en envase de 10 ampollas ó 30 ampollas.
Martiderm también tiene unos proteoglicanos con FPS 15. La única diferencia entre ambos es el filtro solar, que cambia un poco la textura, haciéndola más fluida (por lo que los proteoglicanos FPS 15 suelen gustar más a las pieles mixtas), con un aspecto más lechoso y de color blanco. Pero este filtro solar es insuficiente durante el verano. Después de aplicar la ampolla de proteoglicanos, debéis poneros una crema con FPS 30 ó 50. También lo tenéis en envase de 10 ampollas ó 30 ampollas.
Las ampollas de proteoglicanos se usan siempre antes de la crema hidratante. Hay que aplicarlas sobre la piel limpia y esperar 5 minutos a que se absorban bien, ya que su misión es hidratar la piel en profundidad. Después, hay que poner encima nuestra crema hidratante, para hidratar la superficie de la piel. Así hidratamos la piel por dentro y por fuera.
Y un truquito de belleza que nos dio Raquel: si vas a usar maquillaje después de aplicarte la ampolla de proteoglicanos, es mejor tenerlas en el frigorífico porque el maquillaje se va a fijar mejor.
Como tenemos tantas cosas que contaros, hemos decidido dividir en dos el post sobre los proteoglicanos de Martiderm, para que no se haga demasiado largo. Así que la próxima semana, seguiremos contándoos más sobre estos productos.
Y vosotras, ¿habéis probado alguna vez ampollas de proteoglicanos?